BATIR LA MILLA: MITOS SOBRE TU POTENCIAL
Participé de una charla del PAD, muy buena, por cierto, y el primer mensaje visual que vi, fue la foto de Sir Roger Bannister, cruzando la meta de la competencia de la milla (una milla equivale a 1,609 metros), y batiendo el record que, por muchos años, era impensable superar.
Esto se dio en 1940, científicos y doctores de la época indicaban que era físicamente imposible que el ser humano batiera un tiempo inferior a los 4 minutos, el récord anterior era de 4:01 minutos, también indicaban que el día de la carrera no debería haber viento en contra y una temperatura adecuada para el suelo de arcilla de la pista atlética, toda una estructura de análisis muy bien elaborada. Estas condiciones no se dieron e igual Bannister pudo lograr superar el récord, lo curioso de toda esta historia fue que en 43 días el record fue superado y, según las crónicas, en ese año fue mejorado 32 veces. En la actualidad el récord mundial de la milla es de 3:43.13 minutos.
Si bien el prólogo ha sido un poco extenso, mi intención no es hablar de batir nuestro propio récord personal, sino de profundizar en lo que necesitamos para cambiar el paradigma de lo que los demás dicen que no se puede realizar, ¿cómo podemos inferir que algo es imposible sino trazamos un camino que nos lleve al objetivo final y nos dejamos guiar por las limitaciones de otros?
Como todos sabemos este camino inmobiliario, en épocas de COVID-19, tiene una dosis de incertidumbre y complejidad muy alta. Esto de la mano con las barreras mentales que potencialmente absorbemos de otros. Bannister se preparaba 1.5 horas diarias para la competencia final de la milla, tenía un objetivo claro definido, reconociendo su propio potencial y el factor de crecimiento que se lo daba la disciplina.
¿Qué estamos haciendo para superar nuestros propios paradigmas de la milla?, tampoco quiero generar una apología sobre nuestra reactivación profesional y exigir al gobierno regular con más criterio sus procesos de análisis de riesgos (que dejan mucho que desear), sino intercambiar con ustedes los miedos que se vuelven creencias para no avanzar, estoy seguro que muchos me darán la razón:
¿puedo cambiar mi estructura mental y mejorar aspectos de mi trabajo?; ¿puedo trabajar de forma remota y profesional sin afectar mi volumen de interacciones con mis clientes?; ¿puedo organizarme de tal forma que las nuevas vías de comunicación digital sean mi nuevo normal?
Estoy convencido que es un cambio de “puedo “a “quiero “, Me gusta mucho lo que escuché de Ben Schneider, quien habla de la resiliencia empresarial (tema muy relacionado a este blog), y nos explica criterios claves para el análisis: la robustez, redundancia, ingenio y la agilidad; pero esto lo desarrollaré para otro artículo.
