Retornos inesperados de autos que no dejan dinero a la plusvalia inmobiliaria
En 1985, Honda of the UK Manufacturing Ltd. compró casi un millón y medio de m2 al hacerse de un viejo aeródromo en Swindon “por dos chapitas de Inca Kola”. Treinta y tantos años después, tras cerrar la fábrica -es difícil hacer dinero con fabricación de autos en UK-, vendió el terreno a Panattoni y dejó la isla con una sonrisa y aprox £250 millones en el bolsillo; un golpe maestro que convirtió décadas de márgenes magros en un balance radiante.
Esa película ya la vimos en Lima. Muchos empresarios que levantaron galpones cerca del aeropuerto Jorge Chávez, o plantas en Surquillo y Lima Cercado entre los años 50 y 70, descubrieron que el verdadero tesoro no era la línea de producción, sino el suelo bajo sus botas. La ciudad creció, la zonificación cambió y, donde antes zumbaban tornos, hoy se alzan preciados edificios y locales comerciales.
𝐓𝐫𝐞𝐬 𝐢𝐝𝐞𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐩𝐨𝐧𝐞𝐫 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐥 𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐫𝐨
𝐔𝐛𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚
Terrenos industriales envejecen, barrios se reinventan: la cercanía al aeropuerto, a ejes como Av. Faucett o lo que fue la vieja zona fabril de Surquillo se convirtieron en imanes para los desarrolladores.
𝐌𝐚𝐧𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐟𝐥𝐞𝐱𝐢𝐛𝐢𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐧𝐞𝐠𝐨𝐜𝐢𝐨
Alquilar, reconvertir o vender estratégicamente puede capitalizar décadas de plusvalía y financiar la modernización del core business—o uno nuevo.
𝐕𝐢𝐬𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐟𝐨𝐥𝐢𝐨
El valor del activo inmobiliario suele dormir en el balance. Un diagnóstico serio de zonificación (o posibilidades de reclasificación) y demanda permite decidir si es hora de rentabilizar ese portafolio inmobiliario dormido. Tuvimos y tenemos conversaciones con propietarios que se encuentran en esa coyuntura.
En Alfredo Graf & Asociados leemos esos cambios antes de que lleguen los titulares. Si su fábrica produce menos que su terreno, conversemos: quizá haya un Swindon en su balance.
—𝐀𝐥𝐟𝐫𝐞𝐝𝐨 𝐆𝐫𝐚𝐟 & 𝐀𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐝𝐨𝐬
Agentes Inmobiliarios Comerciales