Sobre plata tonta y embaucadores
En los últimos años, he observado con tristeza cómo varios amigos y conocidos han caído en trampas o han perdido su patrimonio por no saber cómo manejarlo adecuadamente. La historia se repite: emprendedores talentosos en sus respectivos campos, pero con escaso conocimiento en finanzas e inversiones, que terminan perdiendo parte o incluso la totalidad de sus recursos en esquemas absurdos o siendo víctimas de estafas. También ocurre con personas que cuentan con los ahorros de toda una vida o que han recibido una herencia, pero carecen de experiencia en la gestión de su patrimonio. Individuos que toman decisiones importantes sin el conocimiento necesario, convirtiéndose en víctimas de una ignorancia que muchas veces no reconocen como tal.
¿Cuántas veces nos hemos topado con encabezados marketeros como "Retorno garantizado" o "XX% de utilidad segura"? Estas frases, que prometen el cielo, suelen ser el primer indicio de estar frente a embaucadores o a personas que no tienen idea de lo que están haciendo. Es alarmante la cantidad de personas que se dejan llevar por estas promesas vacías sin analizar los riesgos reales. Se confirma el viejo adagio: "Si es demasiado bueno para ser cierto, probablemente sea falso".
Hace algún tiempo escribimos sobre esto en nuestro blog, inspirado por un proverbio que compara la inversión con poner huevos en diferentes canastas. En el post "Inmuebles, huevos y canastas", reflexionamos sobre la importancia de diversificar y proteger nuestro capital. A través de las inversiones, no sólo se debe tener como objetivo ganar dinero, sino conservar capital, entender riesgos, y tomar decisiones conscientes.
No hay que dejarse llevar por el brillo fácil de "retornos garantizados". Eduquémonos, rodeémonos de expertos confiables y mantengamos una mentalidad crítica. ¡No permitamos que la ignorancia financiera nos haga caer en manos de quienes buscan aprovecharse de ella!
Tal como indicamos en ese post anterior: Los portafolios de inversiones deben ser construidos por personas calificadas. Los CFA (Chartered Financial Analyst) están para eso.
«El verdadero conocimiento consiste en conocer el alcance de la propia ignorancia» - Confucio
